Estar sentado, esto lo sabe hasta el habitante del pueblo más lejano, no es especialmente sano. De hecho, estar sentado demasiado tiempo en la misma posición tiene muchos efectos negativos para la espalda. En cambio, estar sentado de forma relajada puede incluso ser beneficioso para la espalda. Los sillones de relax especiales pueden resultar una bendición para la columna vertebral y los discos intervertebrales al cabo de un día ajetreado, siempre y cuando se tengan en cuenta un par de puntos.
Estar sentado es poco sano sobre todo cuando uno se mueve demasiado poco y permanece sentado demasiado tiempo en asientos inadecuados. Recomendamos, pues, muebles que destacan por sus conceptos de asiento saludables para la espalda. Como p. ej. los sillones de relax, siempre y cuando, está claro, cumplan determinados requisitos. A diferencia de los muebles tapizados convencionales, que, por lo general, deben ser aptos para varios usuarios, los sillones de relax deben ofrecen un máximo de individualidad.
Cada persona es diferente: Una es pequeña, otra grande; una pesa mucho, otra poco; una tiene un tronco muy pronunciado, otra tiene las piernas largas. Al comprar un sillón de relax es, pues, recomendable hacer una prueba de asiento.
La profundidad y la anchura del asiento, así como la altura del asiento y de los reposabrazos deben estar ajustadas a la complexión individual. El asiento, por ejemplo, debe ser tan profundo que entre la corva de la rodilla y el asiento haya un espacio libre de dos dedos de ancho, mientras que el respaldo debe estar diseñado de tal manera que apoye la espalda suficientemente en toda su longitud y llegue hasta la altura de los hombros. Estos puntos deben de tenerse en cuenta al hacer la prueba de asiento.
Otra característica igual de importante que debe presentar un sillón de relax es un respaldo de fácil ajuste con apoyo lumbar y para la cresta ilíaca, así como un reposapiés, ya que el reposapiés es un elemento indispensable del sillón de relax. También es importante que disponga de la posibilidad de bajar la superficie del respaldo y del asiento de forma sincrónica hasta la posición tumbada. Además, la cabeza debe estar ligeramente apoyada en posición de descanso, lo que se puede conseguir p. ej. con un cojín para la nuca o ajustando el reposacabezas correspondientemente.
Otro aspecto importante a considerar es la existencia de reposabrazos adecuados. La superficie de apoyo de los brazos debe ser amplia y suficientemente alta. Lo ideal es que los brazos estén apoyados sobre el reposabrazos de tal manera que los hombros no cuelguen ni sean presionados hacia arriba. Cuando este no es el caso, es casi imposible relajarse.
Algunos fabricantes ofrecen sillones de relax con funciones de masaje o una calefacción en el asiento y/o respaldo. Esto puede contribuir a una mayor relajación.
En posición sentada, los muslos deben reposar cómodamente sobre la superficie del asiento, y el ángulo entre muslo y parte inferior de la pierna debe ser de aproximadamente 90 grados. Cuando el sillón disponga de un reposapiés integrado, en posición de descanso el reposapiés deberá llegar aproximadamente hasta las pantorrillas. Los talones no se colocan encima del reposapiés. La altura de los reposabrazos es ideal cuando los hombros están rectos y los brazos se apoyan en un ángulo de 90 grados sobre los reposabrazos.
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