El personal directivo de muchas empresas apunta a organizar reuniones más eficaces y a aumentar la prestación intelectual de los empleados. Sin embargo, el logro de su objetivo depende no solo de que la sesión tenga una estructura clara y una buena moderación; el equipamiento de las salas de conferencias también juega un papel fundamental. Los datos actuales sobre consecuencias de salud derivadas del tiempo de trabajo en la oficina muestran que los lugares destinados a reuniones y conferencias deben permitir que las tareas se realicen, sobre todo, con un cuidado adecuado de la espalda y un estímulo suficiente al movimiento. Esto ayuda a prevenir los dolores de espalda y mejora el desempeño intelectual.